

Micaela Vargas, alias "Cachorra" fue indagada por el juez Martín Yadarola, a cargo de la investigación del homicidio de José S., de 61 años
Micaela Daiana Vargas, identificada en la causa como una “viuda negra”, prefirió guardar silencio durante la audiencia de indagatoria y ahora deberá esperar la resolución del juez. Según fuentes judiciales, en un plazo de diez días hábiles se definirá si queda procesada, dictan su prisión preventiva o si la investigación sigue con nuevas medidas.El magistrado que lleva adelante el expediente, Martín Yadarola, la citó por el delito de homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y para facilitar otro delito. Vargas, de 29 años, había sido detenida anteayer en Lanús por la policía bonaerense. Tenía un pedido de captura por el asesinato de José S., de 61 años, ocurrido el 5 de junio del año pasado en un departamento de la avenida San Juan al 1300, en Constitución.
El caso dio un vuelco cuando se determinó que la víctima estaba convencida de que Vargas era su pareja. Él la llamaba Cachorra y la consideraba su novia. La investigación reveló que, en realidad, la acusada era pareja de Leonardo Díaz, de 35 años, y que juntos habrían ideado un plan para robarle. Según el expediente, ambos ingresaron al departamento y atacaron a la víctima en el baño, donde recibió siete puñaladas en el cuello. Se llevaron su teléfono, su billetera y 165 mil pesos destinados a pagar un arreglo mecánico.


Varios testimonios aportaron información clave. La encargada del edificio dijo haber escuchado un grito esa tarde, seguido de silencio. Un amigo del hombre relató que almorzaron juntos horas antes del crimen y que José S. recibió mensajes de WhatsApp de quien él describía como una pareja joven, a la que apodaba la cachorra.
La empleada doméstica de la víctima confirmó que él mencionaba una relación con una mujer bastante menor.El análisis de antenas telefónicas ubicó a Vargas y a Díaz en la zona del departamento en el horario estimado del crimen, movimiento que coincidió con la activación del celular de la víctima cuando ya estaba muerto. Para el juez, esas coincidencias, sumadas al resto de la prueba, permitieron procesar a Díaz con prisión preventiva el mes pasado. El hombre fue detenido previamente en Chaco, mientras que Vargas permaneció prófuga hasta ser arrestada en Lanús.
Después del homicidio, ambos desaparecieron. Según la investigación, ella viajó primero a Chaco y él la siguió tiempo después. La causa contra Díaz ya fue elevada a juicio. La situación procesal de Vargas será definida una vez que el juez evalúe su indagatoria y el cúmulo de pruebas recolectadas.