
A PARTIR DE HOY NUEVOS VALORES DE LOS COMBUSTIBLES. Ya se registraron cinco correcciones en lo que va del año, además se actualiza el impuesto. El gobierno de Milei autorizó otro retoque.
De a centavos, con aumentos pequeños, en algunas ocasiones imperceptibles a la mirada del consumidor, el precio de los combustibles en la Argentina sigue escalando sin freno. Cuando el libertario Javier Milei llegó al gobierno el valor - promedio- de la nafta era de $450, en la actualidad se ubica en los $1.500, lo que representa una variación del 230%, aproximadamente. Entre el acomodamiento del impuesto y los micros aumentos ("micropricing", nueva modalidad para disimular el proceso inflacionario) el precio de los combustibles se disparó de manera inimaginada, el apremio para los bolsillos impactó fuertemente en la demanda. Las estaciones de servicio cada vez despachan menos.
En lo que va del año ya se corrigieron cinco veces los precios: enero, febrero, abril, julio y agosto, además de los incrementos parciales de los impuestos. Justamente, ahora se viene un nuevo retoque por actualización tributaria.
El viernes último, el Gobierno nacional oficializó por vía del decreto 617/2025 la actualización de los impuestos que gravan a los combustibles, medida que comenzará a regir a partir de hoy, 1º de septiembre, y que incidirá en los valores de la nafta y el gasoil en todo el país.
El incremento corresponde tanto al tributo sobre los combustibles líquidos como al impuesto al dióxido de carbono. Se aplica de manera directa sobre los precios en surtidor y constituyen una de las principales fuentes de recaudación fiscal vinculada al consumo energético. Los aumentos deberán perfeccionarse entre el 1º y el 30 de septiembre.
En los considerandos el decreto recuerda que el esquema de actualización de los impuestos a los combustibles se había visto postergado en distintas oportunidades, y que la medida apunta a "recomponer progresivamente la recaudación tributaria sin descuidar el impacto en la actividad económica".
Los incrementos alcanzarán a la nafta y al gasoil, productos que representan más del 80% de la demanda de combustibles líquidos en el mercado interno, y tendrán un traslado directo a los precios que abonan los consumidores.
Con esta decisión el Ejecutivo da continuidad al mecanismo de subas periódicas de los impuestos a los combustibles, que comenzó a aplicarse nuevamente este año tras haber estado suspendido durante gran parte de 2024.
La actualización impositiva se suma a la dinámica de precios del sector, que también está influenciada por los movimientos del tipo de cambio, el valor internacional del crudo y los costos de refinación y distribución.
Además el esquema se completa con la novedad del "micropricing", que comenzó a aplicarse hace algunos meses y consiste en aumentos porcentuales pequeños, pero frecuentes, que se van acumulando. Una suerte de aumento "hormiga" que intentan combinar ahora con promociones de precios diferenciados según el día y la hora.